Sólo la furia del viento era capaz de romper la estática imagen que proyectaba la figura del jinete montado en esa bestia insana, concebida de los siniestros pensamientos de aquellos que con soberbia, desafiaron la autenticidad del poderío que se presumía de antaño sobre caballeros como aquél.
El enrarecido y frío clima, la semioscuridad, el pedregoso y erosionado camino, le hacían recordar continuamente el lugar donde venía, completamente diferente a lo que estaba viendo, quizás para transmitirse un poco de tranquilidad, quizás para ocultar su temor.
El joven emisario buscó su sombra para orientarse y sentirse acompañado de algo más que ese desolador paisaje, pero el polvoriento andar de sus pasos se lo impidió.
—¡Por fin! —Se dijo así mismo—, he llegado al lugar indicado. Pero, ¿quién puede haber en este lugar?, aquí no hay nada...
De esa misma nada, pudo apreciar como se materializaba esa inmóvil e imponente figura, que hacía ver que se trataba de un oscuro corcel con la silueta montada de lo que parecía una extensión del mismo.
Luces, truenos, temblores, se sucedían junto con su acelerado respirar, entonces con decisión y en voz alta dijo:
— He venido en representación del reino que osáis atacar. Tenemos razones, autoridad y pleno derecho de aniquilar al vecino reinado. No es mi visita motivo de buscar un trato con vosotros, simplemente os avisamos, como también hemos dado esta misma información en los demás reinos.
» Es necesario, —recalcó—, y la guerra unificará aún más a nuestro pueblo, cansado de la amenaza y las humillantes condiciones a las que nos intentan someter, hacemos oficial el alzamiento en armas para defender nuestros derechos.
La respuesta del jinete no se hizo esperar, con un movimiento que puso en duda la esperanza del joven de salir intacto de ese lugar... Pero el oscuro caballero con escalofriante voz, le dice:
— No deberías temer a tu muerte, quizás la salida más fácil de un castigo que muchos de los tuyos se merecen. »Acércate y recibe este cofre, hazlo llegar a tu rey.
El joven un poco desconcertado, pregunta:
— ¿Qué es esto?, ¿que hay en su interior?
- Aquí guardo todas las promesas que me habéis hecho, por cada una de ellas, un poblado entero de vuestro reinado caerá en sufrimiento.
— ¿Pero por qué?, ¿quién os creéis, que podéis venir aquí a intervenir en esto?
— ¿Por qué no tendríamos que hacerlo? —Replica el caballero—: Ni vuestros valientes, ni vuestras espadas, ni vuestras retóricas y con el puño en alto nos van a detener.
» No tenemos que creer, nosotros sabemos. Y hazle saber también a tu rey, que a cambio de aquellas promesas, llenaré ese cofre con vuestras almas.
— ¡Lucharemos!, que lo sepáis, y nos defenderemos contra lo que haga falta, o lo que quiera que seáis vosotros y vuestras monstruosas hordas.
— Y vosotros ¿quiénes sois?, tan sólo hombres. Y aquellas monstruosas hordas que decís, las alimentáis con vuestros miedos, con vuestra codicia, con la traición...
» ¡Ahora mismo vigorosas!, ¡atiborradas de vuestros pecados!, ya pueden salir a abrir el flujo continuo que les hará más fuertes... vuestro sufrimiento, vuestro castigo.
Luego de un largo silencio, el joven decide retirarse para sin perder tiempo, hacer llegar en su reinado el mensaje y la declaración de intenciones del caballero. Sin embargo, como si de un gran ojo se tratara, se vio a sí mismo yaciendo en un trono rodeado de los cadáveres de sus fieles, sus riquezas saqueadas, los poblados del reino en llamas, una aterradora realidad de devastación total.
El joven que no era tal, se dio cuenta entonces que estaba reproduciendo cada terrible escena de sus seguidores y lo que había provocado, sólo para con sentimiento de tristeza aguardar el destino de oscuridad que le esperaba, y sólo aquella emoción de angustia le acompañaría junto con el resto de quejumbrosas almas, y junto a todas aquellas promesas que nunca cumplió y le recordarán eternamente la culpabilidad de arrastrar a los suyos a tal infierno.
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Por la presente redacción, Apokalipto oficializa la declaración de guerra a todas las embajadas M.G.K., bajo los siguientes motivos:
- Oportunismo, traición e invasión a las embajadas Kami, con las que Apokalipto compartía intereses comunes en la guerra intersectorial.
- No cumplimiento de acuerdos.
- Amenaza de la igualdad de sectores enfrentados por el server.
Texto by JR.
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Aprovecho para decir....
señores/as :
Con el mayor de los respetos, aca podemos estar de acuerdo o no con las estrategias que lleva el rival.... puñaladas, traiciones, estrategias........ señores, esto es travian y cada uno juega de la mejor manera las cartas que tiene pero no pierdamos el respeto..... es muy triste ver como cada hilo se transforma en la misma basura de siempre.
Juguemos travian, y ahroa que estan todas las cartas sobre la mesa que las piedras hagan la diplomacia.
Suerte, y que no se pierda el respeto y lo mas importante que no se pierda la diversion.
SR SMITH
Consejero de Apocalipto